Nuestra forma de vivir está cambiando. La proliferación del teletrabajo, la escasa oferta de viviendas disponibles en las grandes ciudades y los altos precios de dichos inmuebles, unido a los bajos salarios de los trabajadores más jóvenes, imposibilitan el acceso de estos al mercado inmobiliario, ya sea en compra o en régimen de alquiler. Esto, sin duda, representa un importante problema en la actualidad.
Por otra parte, los cambios en las costumbres de consumo –con un aumento exponencial de las compras online y la concentración de comercios en grandes superficies en el extrarradio de los principales núcleos urbanos- han aumentando la oferta de locales comerciales disponibles en el centro de las ciudades y una caída sostenida de los precios de venta y alquiler, encontrándose un elevado número de los mismos vacíos y sin uso alguno, incluso en zonas tradicionalmente muy demandadas.
La adecuación de dichos locales comerciales a viviendas se ha convertido en una práctica en claro ascenso por, entre otras, algunas razones a continuación expuestas:
La ciudad de Murcia tiene una población registrada que asciende a 469.000 habitantes (2023)*. Actualmente es la séptima ciudad española por número de habitantes.
El crecimiento demográfico en los últimos 20 años supera el 20% (370.000 hab. 2001)*. Murcia tiene una población universitaria que supera los 38.000 alumnos matriculados (curso escolar 2022- 2023)*.
La evolución del número de certificados de edificios se incrementa de manera sostenida en la última década (de 141 en 2013 a 303 en 2022)*.
El precio del alquiler en la región de Murcia subió casi un 4,6% en 2023, siendo –sin embargo- la tercera menor a nivel nacional (5,6% de media en España)**.
En 2024 (datos correspondientes al mes de febrero) se ha incrementado un 9,5% con respecto al mismo mes del año pasado, situándose en casi 8€/m2***.